Llegó la guerra electoral a Ponferrada y la disputa por el ayuntamiento será cuanto menos encarnizada. ¿A cuánta demagogia estaremos expuestos los ciudadanos?. No tardando mucho empezará la maquinaria electoral de todos los partidos (Aunque de muchos ya están en marcha). ¿Quién conseguirá hegemonizar la derecha? ¿Conseguirá la identidad reinventarse hoy que está tan en disputa? ¿Y la izquierda? De la izquierda quería yo hablar.
Cuatro candidaturas a 26 de marzo pretender ser adalides del proyecto político de la izquierda para el Bierzo. Más Ponferrada, Podemos Ponferrada, Municipalistas por el Cambio y como siempre Izquierda Unida. Cuatro caras diferentes para una visión de la ciudad parecida. Cuatro listas, cuatro proyectos. Caemos en el riesgo de la saturación y la fragmentación del voto. Si bien esta situación se ha dado en Ponferrada (Salvando el momento histórico y los proyectos de los partidos).
1991, la Ponferrada pequeño-burguesa y trabajadora vivía años de prosperidad y auge, comenzaban a plantearse los grandes cambios urbanos y a fraguarse las obras faraónicas, la ciudad gozaba de buena salud al mismo tiempo que la izquierda planteaba otros proyectos para la ciudad. El PSOE consiguió ser la fuerza más votada pero comenzaba a demostrarse el fin de su hegemonía, al igual que en el resto de España. Se presentaron cuatro alternativas a la izquierda, con Izquierda Unida, Izquierda Berciana, Los Verdes y Unión Progresista independiente. El resultado fue cuanto menos desastroso para la izquierda (fuera del PSOE). 2596 votos repartidos entre cuatro partidos que solo consiguieron un concejal. 2596 votos que, salvando las distancias, hubieran hecho de la izquierda la tercera fuerza del municipio y con ello haber podido entrar a participar en un hipotético gobierno.
Sabemos que en política rara vez 1+1 es 2. Pero sabemos también que la fragmentación del voto fue importante por aquel entonces y sabemos también que la unión hace la fuerza. Parece que esta vez los personalismos están por encima de los proyectos, algo más propio de aquellos sedientos de poder que de colectivos que pretenden mejorar las condiciones materiales de la gente.
El arte, la astucia o la labor que tienen estos cuatro desde hoy es tratar de apelar a identidades diferenciadas. Pero en una ciudad de 69.000 habitantes creo que se torna difícil. No existe un votante tan diferenciado como en Madrid entre Izquierda Unida y Podemos. Lo que si existen es votantes jóvenes que han nacido en el paraguas identitario de las nuevas fuerzas del cambio y votantes viejos que se han nutrido de esa vieja izquierda obrera. Otro trabajo importante es el de trabajar la abstención. 39% en las pasadas elecciones, movilizar a la gente es importantísimo con tanta oferta de partidos. La pregunta es ¿Desfragmentará tanto el voto como para que ninguno acceda al ayuntamiento? Alrededor de 1500 votos cuesta un concejal, veremos.
Izquierda Unida es la fuerza que más trabajado tiene el terreno a priori. Su candidato Javier Arias conoce de primera mano el ayuntamiento y es el sucesor joven de los viejos candidatos del PCE en la ciudad. Su juventud no hace justicia con su experiencia y proyecto (Al margen de lo que se pueda demostrar en esas primarias donde fue electo) y parece ser el mejor colocado en la casilla de salida. Veremos como consigue mantener sus votantes dentro del paraguas de IU.
Podemos Ponferrada se presenta por primera vez a unas elecciones locales, la fuerza de la marca así como de su candidata llena de optimismo a los morados. Pero mal empezamos si su último discurso como procuradora ha sido para compartir programa con la retahíla de politicos de izquierda a derecha en el Bierzo, más inversiones, AVE, Ponferrada-Ourense. El pack completo de exigencias a la Junta que tantos años han pedido desde el PP hasta IU pasando por regionalistas y demás familia. Así es como NO se empieza una campaña en Ponferrada, ese marco, esas palabras y esas exigencias están dialécticamente en otro bando.
Más Ponferrada, la vertiente «errejonista» de la izquierda en Ponferrada, parece más una escisión de Podemos que verdaderamente la alternativa que plantea Errejón en la comunidad de Madrid. Han de ganar en seriedad, en proyecto y en visibilidad. A la gente no le gusta elegir entre marcas blancas a la hora de votar y mientras no presenten un proyecto que enganche con demandas muy abiertas de la ciudad no conseguirán mucho. Así como el plantel errejonista plantea demandas desde el orden veremos como ese carácter puede llegar a influir en el voto ponferradino y como lo plantea la propia formación.
Municipalistas por el cambio. Un proyecto a primera vista precioso. Un desarrollo escuálido. Caras más que conocidas que no han terminado de conectar con la gente. Un proyecto unificador interesante que parece que de momento no apunta con certeza a donde tiene que apuntar: Al electorado formado, progresista y descontento. Un filón de votos podría ser el PSOE pero el PSOE que viene en Ponferrada, viene con una matriz municipalista clara, han trabajado mucho el aspecto «la ciudad que quieres», de manera profesional, veremos en que medida pisarán o no a las otras izquierdas.
¿Y la unidad? Se dinamita en el momento que Sarrión (secretario general de IU CyL) y Pablo Fernández (Homólogo de Podemos) no han sido capaces, aún, de coaligar. Desde ese famoso titular con «Conformarse con el 5% y la identidad no sirve» de Fernandez refiriéndose a Sarrión. Además de ello la exigencia de Podemos fue la cabeza de lista ha de ser Lorena (candidata de Podemos). Ese tipo de imposiciones desgastan lo que hasta ahora no se ha dado, un acuerdo entre las dos izquierdas mayoritarias de la ciudad que asalten el gobierno local.
Mi conclusión es que, en primer lugar, no hay tanto electorado como para estirar tanto la izquierda, lo que induciría a la fragmentación del voto y por lo tanto a ver mermadas las opciones reales de tener una formación izquierdista con capacidad de ser partícipe de las decisiones del consistorio. Segundo, movilizar la abstención será fundamental para las nuevas formaciones, de ahí podrán nutrirse siempre y cuando se presente alguna de ellas como la «anti-política». Tercero, la capacidad de limpieza y renovación de caras jugará un papel muy importante que cambiará las dos hipótesis que he expuesto al principio. Que comience la partida.
Un comentario en “¡Y la izquierda qué, joder!”