En muchas ocasiones durante los trabajos agrícolas escuchamos frases como “qué suerte tienen los que están en un despacho con aire acondicionado o al caliente” para ser esta una frase que se dice con el anhelo de no tener que sufrir las peores condiciones de la climatología pero tiene menos anhelo del que parece; pues las gentes que se dedican tanto a la agricultura como a la ganadería pasan tanto tiempo en las oficinas de la administración como realizando las tareas agrícolas o ganaderas.
Charlando después de la jornada alguien dice, “mañana no voy a podar, tengo que ir a la Junta”. Esto, a priori, no parece ser un inconveniente ya que alguna gente pensará, menuda suerte, mañana se libra de trabajar. Pero ¿qué pasa cuando es tu explotación y esto se repite con bastante frecuencia? Pues que dejas de realizar las tareas del campo por atender todo el papeleo que se exige. Esto desemboca en que mientras las gentes sufren el peso de la burocracia, la tierra queda desatendida.
Con esta realidad, ¿a quién le apetece seguir trabajando sus tierras? Nadie quiere pasar tanto tiempo en la administración, pero no tenemos de qué preocuparnos, pues ya está el banco de tierras para ponerlas a buen recaudo y así continuar el círculo con los nuevos incautos que aún no saben la que se les viene encima.
Raúl Ochoa, 2021.
