
Yo nací 5 años después de la aprobación del Estatuto de Autonomía de Castilla y León, y por lo
tanto cuando estudié historia en la ESO y el Bachillerato se me omitió completamente la
existencia regiones anteriores a las autonomías. Era algo que ni me planteaba, tal vez eran
como en la actualidad, pero sin capacidad de gobierno, o tal vez solo existían las provincias y
nada más, el caso es que ese tipo de cosas no pasaban por mi cabeza.
La primera vez que supe que hubo divisiones territoriales previas a las autonomías fue un día
que mi abuela, ojeando un atlas que se encontró por casa me dijo literalmente: “Esto está mal,
Albacete va con Murcia”. Gracias a eso descubrí la existencia de una región leonesa y que
Castilla y León no era simplemente un nombre que le pusieron a la autonomía para
diferenciarla de la otra Castilla y que eligieron dicha denominación porque estaba dentro la
provincia que llevaba el nombre de un antiguo reino “o algo así”. La verdad es que no le di
mucha importancia, las fronteras cambian continuamente, así que fue otro cambio más.
Con el tiempo pasé por una etapa muy berciana, que consiste en echarle la culpa de todo a la
ciudad de León, maquinadora urbe que impide al Bierzo progresar parasitándolo y aprovechándose de él todo lo que puede. No niego que una parte del leonesismo en el pasado, tal vez algunos en el presente, es lo que pretendieran, pero la verdad es que eso ya no es así. Y por supuesto pensaba que Galicia molaba mucho más porque “nos parecemos más a ellos y se puede ver la TVG aquí” etc.
Ya más maduro dejé de ver a León como ese enemigo y empecé a ver que las cosas venían de
más arriba. Poco a poco todos esos buenos proyectos que iban a llegar al Bierzo se fueron
cancelando o paralizándose, autovías, la Ciuden, desaparición de carreras del Campus, la Alta
Velocidad que después se llamó Velocidad Alta y al final ha acabado en no ser nada. Por no
hablar del desmantelamiento continuo de la sanidad, con profesionales cada vez más
cansados, otros que se van y no son sustituidos, o las falsas promesas de Radioterapia que ya
son mas bien un insulto. Y finalmente yo me tuve que ir a vivir fuera del Bierzo por trabajo.
Y entonces el alcalde de León así de improviso empezó a hablar de la Región Leonesa, de
recuperar lo que se nos robó. “Este tío está tarado” pensé, como vamos a meternos ahora a
cambiar el panorama autonómico con la que está cayendo.
Pero alguna gente, debatiendo con ellos, me animaron a analizar la historia, a investigar y
empecé a atar cabos. La Provincia de Villafranca del Bierzo no era gallega, era una más de la
Región Leonesa, en 1983 Ponferrada fue la primera ciudad en pedir la autonomía para León, el
Escudo de Cacabelos tiene un león. Miras fotos del pasado, por ejemplo, Prada a Tope, y ves
como luce orgulloso en sus puestos de venta la bandera de León así como la bandera azul y
blanca que fue precursora de la bandera del Bierzo.
Todo eso me da que pensar que El Bierzo en algún momento estaba orgulloso de pertenecer a
esa Región Leonesa. Algo ha pasado que ha provocado que pasemos de sentirnos orgullosos a
este sentimiento de rechazo de una gran parte de la población hacia la palabra León.
Personalmente opino que una parte del leonesismo actuó de forma León-ciudad centrista,
desde luego, pero también la administración autonómica se ha preocupado en generar esta
tensión entre Ponferrada y León así como tratar de borrar el pasado omitiendo, por ejemplo
como dije antes, la historia de León antes de las Comunidades Autónomas o que es lo que pasó para que acabaran estas dos regiones unidas en una sola Comunidad. Les viene bien, y el
Consejo Comarcal, que no es ni la sombra de lo que debería ser también a servido para
potenciar esa rivalidad.
Si nos venimos a la actualidad los datos son clarísimos, si dicen que Castilla y León pierde 4000
habitantes en un año no es mentira, pero tampoco lo es que si miramos cada región que forma
la autonomía la Región Leonesa (León, Zamora, Salamanca y El Bierzo) pierden 6000 y Castilla
gana 2000 es que hay algo que no va bien. Valladolid está siendo un reflejo de Madrid a nivel
autonómico, actuando de manera centralizadora y voraz, y cuanto más centraliza más quiere y
ya ni se molesta en ocultarlo.
Los políticos leoneses y bercianos de los partidos grandes, a las órdenes de Valladolid y
Madrid, se preocupan más de acomodarse en su puesto y no desobedecer a sus jefes que en
atender las necesidades y las demandas de pueblos, ciudades y regiones a los que
representan. Y eso nos lleva a que los grandes proyectos revitalizadores para, en este caso el
Bierzo, se quedan siempre paralizados, cancelados y “movidos” a Valladolid.
Si Endesa, que nació en el Bierzo, decide cerrar su central no mueven un dedo, y si las
inversiones que promete para son con diferencia las menores que en otros lugares tampoco
mueven un dedo. La autopista Ponferrada-La Espina o la Ponferrada-Ourense ni se las ve ni se
las espera, la Ciuden no es lo que debería ser. De la financiación inicial para instalar
Radioterapia incluyen en los presupuestos una asignación tan ridícula que es insultante, y
encima se jactan los políticos de que son unos presupuestos maravillosos. Y por último, la
última piedra que nos han tirado es que ahora resulta que “la primera plataforma
agroalimentaria de la comunidad” que la Junta prometió para el Bierzo en 2017 ahora se va a
ir, como no, a Valladolid y además con un montón de dinero de por medio. Solo tras un
revuelo gordo que no se esperaban los políticos bercianos y leoneses el presidente del Consejo Comarcal salió a decir que “El proyecto de Valladolid es algo totalmente diferente, y que se va a reunir con la ministra y los alcaldes para prepararlo”, por cierto, aún no sabemos fecha. Y que decir de la Mesa por León, que su mayor logro es la creación de un bonito logo.
Al final los únicos que han presentado propuestas para el Bierzo, tanto a nivel autonómico
como estatal, gracias a un senador de Castellón, ha sido el leonesismo, y todas o casi todas las
mociones presentadas han sido rechazadas, también por los votos de los políticos leoneses de
los partidos grandes. Y esto no puede seguir así.
Leonesismo y Bercianismo no tienen por qué ser enemigos. El Bierzo, cansado de ser
ninguneado está empezando a cuestionarse que quiere ser y donde quiere estar. Y yo creo que el camino correcto es, si los bercianos así lo quieren, el ser una cuarta provincia dentro de la Región Leonesa. El leonesismo ha dicho claramente que permitirá al Bierzo ser lo que desee
ser dentro de esta región, y que todo debate es bienvenido. Desde luego el debate es bueno,
unos proponen provincia, otros piden distritos autonómicos otros piden más competencias
para el actual Consejo Comarcal. Pero, en mi opinión, el camino correcto es que bercianismo y
leonesismo tiren de lo que les une y no de los que les separa, lleguen a un acuerdo y luchen
juntos por salvar nuestra tierra.
Pero parte del leonesismo también tiene que entender que para vencer hay que convencer y
que poner carteles enormes en Ponferrada y publicar airados artículos pueden generar más
rechazo que otra cosa. Tenemos que hablar, dialogar y llegar a acuerdos y no “encañonar a la
gente con un TIENES QUE SER LEONESISTA Y APOYAR ESTO DE ESTA FORMA QUE YO TE DIGO”
porque si no no conseguiremos absolutamente nada. Si el deseo de la mayoría de los bercianos es obtener esa provincia que tuvieron en el pasado al menos merecemos ser escuchados y que se nos hagan propuestas con las que podamos llegar a un acuerdo que nos convenga a todos.
Espero que mucha más gente joven se interese por conocer la verdadera historia de la región leonesa.y de esta comunidad de mierda en la que nos obligan a estar .también espero que los políticos leoneses defiendan de una vez por todas su región y no su partido político.estamos hartos de saqueos .y el Bierzo tiene lo mismo que perder que León .comarcas hay muchas .regiones con historia y con derechos ninguna como la región leonesa .espero que desde él Bierzo empiecen a cambiar las cosas y dejen de enfrentarse con León . que no son todos pero si algunos .un saludo a todos los leoneses y viva la región leonesa sin Castilla.
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