Mientras nos movemos en los tiempos del juego de la cuerda, a ver quién tira más para “ganar”, otros miramos expectantes el circo que se forma a su alrededor.
Cuando pintas un cuadro o lo restauras, siempre te dicen que alejarse es lo mejor para ver las imperfecciones, ya que hay una mejor percepción del conjunto. Pero no siempre es así, ya que a veces, nos alejamos de la realidad y no percibimos lo que sucede en lo más cercano. En la ilustración, el mono se sube a lo más alto de una banqueta para buscar su dirección, olvidando que esos tres pilares se asientan sobre una tierra que las mantiene. Como El Bierzo, también Suiza limita con tres grandes potencias de las que bebe sus lenguas, las cuales no impiden que sea un gran país.
Mientras unos discuten si la tierra está a un lado o al otro, el que de verdad trabaja por ella con el sacho o el tractor, sigue desamparado sin saber si podrá recoger la siguiente cosecha.
Raúl Ochoa, 2021.
EL FILANDÓN BERCIANO 