Pensábamos que nuestra situación ya había tocado fondo cuando en 2020 se consumó el fin de Compostilla II, una muerte anunciada hacia ya años y que tenía como teloneros el fin de la Gran Corta y el Pozo Salgueiro. Se cerró ahí un ciclo que había comenzado en los años 90, cuando el uso de carbón y especialmente el de origen nacional se ponía en duda y las centrales de gas natural surgían como una alternativa que ofrecía mayor rendimiento y menor contaminación a un bajo coste. Mientras la primera marcha negra llegaba a Madrid, el PSOE situaba la Reconversión industrial como esperanza para todos los trabajadores que antes o después perderían su trabajo. Pero el PSOE mentía y lo que comenzó ahí fue un proceso de compra de paz social que tenía por objetivo apaciguar a un sector que defendía sus puestos de trabajo en las carreteras.

Al año 2012 la minería llegó descalabrada con el carbón sobreviviendo a base de subvenciones y esperando la condena a muerte dictada por el inminente despliegue de tecnología renovable. Fue entonces la segunda marcha negra, esta vez con el PP, y en medio de otra gran crisis que barrió a la construcción como soporte económico. Se utilizaron las mismas técnicas, compra de la paz social, más palabras mesiánicas y cero alternativas. El paro alcanzaba en Ponferrada el 22% y la segunda Reconversión, esta vez llamada «Transición» hacia las renovables era la nueva esperanza para cambiar de modelo en las cuencas mineras. Y aunque la renovable necesitaba también de subvenciones para despegar, se planteaban como una inversión a futuros que serviría para descarbonizar el sistema y generar electricidad barata. Y en cierto modo algo comenzó a suceder, pues con mayor o menor recelo El Bierzo se empezó a sembrar de aerogeneradores. Entre tanto una de las mayores empresas de la provincia de León (con 1200 familias directas) operando en el sector eólico había superado las dificultades gracias al empuje de sus obreros. Aún así, cotas del 20% de paro seguían marcando la emigración de la comarca.

Ya iniciando la segunda década del siglo la Reconversión toma palabros como «Green New Deal» e incluso se crea un Ministerio específico para ejecutar la Transición, a la par que en las agendas comienzan a hacerse hueco factores como «La España Vaciada» y el Cambió Climático, cuyos efectos son palpables casi cada semana.

Pero hace unos días esta empresa anunció el despido del 40% de la plantilla y la deslocalización se sitúa como telón de fondo. Se calcula que por cada puesto directo que se pierda habrá 1.5 trabajadores afectados y la batalla contra la multinacional aprieta al calor de la lucha de clases. Y mientras El Bierzo tiembla por perder el que ahora es su principal sustento, la factura de la luz toca máximos históricos.

Las promesas de «reconversión industrial» Transición Justa o Green New Deal quedan reducidas a cenizas y la factura de la luz no baja porque la propia forma del sistema lo impide. Va a ser complicado entender que todo era mentira y de seguir así, el peor trance del Bierzo esta por llegar. Nos engañaron y entramos de nuevo en una guerra abierta en la que el detonante es la mejora de la competitividad, o dicho de otro modo de los beneficios, pero el marco es la ley de la selva que rige en el capitalismo.

La pelota está otra vez en nuestro losado y nos toca decidir si dejamos a 400 compañeros en el paro y continuamos poniendo puntas en el ataúd de El Bierzo o plantamos cara por una lucha que no se ciñe a estos 400 afectados. Porque no son solamente los trabajadores de LM, es la población de la comarca, desde el ingeniero al frutero quienes vamos en el ataúd.

Está claro que la capacidad organizativa y de movilización no es la misma que la de los mineros, pero los puestos que hoy peligran son los mismos que los trabajadores salvaron en 2011 cuando amenazó el cierre. 

El Bierzo, tierra de la guerrilla, de Girón y El Santeiro, de la huelgona del 62 va a una guerra abierta ahora por su supervivencia. Esta guerra puede ganarse, pero necesitamos a todos y todas en el frente.

Recordando las palabras de Julio Anguita en 2007 viene un latigazo de realidad para esta crisis: «Sobre nuestras mentes ira cayendo ese discurso llamado de la progresía, que en el fondo es lo que hay. Y si con lo que está pasando con vuestro y vecino vuestra vecina, el cajero o la cajera del supermercado, los parados con dos títulos universitarios, el albañil que ya no tiene trabajo, lo que va a pasar con vuestros hijos, si eso que tenéis delante ya no os mueve; entonces yo os diría solamente una cosa, y me la diría también a mi: poneros de rodillas y ya que os terminen de pisar la cabeza ¡Rebelión, Rebelión, Rebelión!

@BierzoEnLucha

Escrito por:ofiandon

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